
Esta técnica supone ser originaria de Asia pero tampoco es el descubrimiento de la pólvora, en cuanto la desarrollemos te parecerá de lo más lógico.
Consiste en limpiar la cara dos veces, en el primer paso debes usar un limpiador aceitoso o cremoso; está muy en boga limpiarse la cara con aceites (literal hasta el aceite de oliva te sirve para esto) porque las fórmulas aceitosas del maquillaje se disuelven fácilmente con aceite. Entonces si te acomoda esta opción puedes utilizar aceite de oliva, jojoba, coco o aceites limpiadores de marcas cosméticas, si eres más de las de leche o crema limpiadora éste es el momento de aplicarla. Con esto retiras maquillaje, protector solar e impurezas.
Enjuagas con agua o con una toalla húmeda, a continuación para la segunda limpieza lo recomendable es usar agua micelar. Las micelas actúan como imanes de la suciedad y no necesitan enjuague; es una solución acuosa muy suave y delicada para la piel que terminará de retirar cualquier resto de suciedad que haya quedado dejando la piel fresca y sin oleo. Me gusta el agua micelar de Bioderma y la de Garnier.
La limpieza de dos pasos funciona porque en un principio se retira lo más pesado y a continuación lo más fino, una buena limpieza de la piel evita la obstrucción de poros y permite la absorción de los nutrientes de las cremas o sueros que usas. Así que no dudes en adoptarla como tu rutina nocturna.
Texto: Milva Cobelli.
#beautymil Soy fan de tus tips y más de sus efectos! Beso 😘
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¡Que linda! Luego me cuentas que tal te funciona.
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